sábado, 29 de agosto de 2015

Veintinueve barcos.

6D.

Último barco hundido,
naufragio,
los cinco besos que no te he dado,
mis cartas sobre la mesa,
y tú, maldito cabrón, tienes el As de corazones.

Los ojos rojos,
la ventana abierta en pleno diciembre,
fantasmas que me gritan que no piensas venir,
un pájaro que ya no quiere volar.
Los atardeceres han perdido la belleza,
el mago ya no encuentra ojos brillantes,
Alicia se niega a seguir al conejo.

Jaque mate,
me has vuelto a dar las buenas noches.

Te odio.

Te quiero.

Te.


viernes, 28 de agosto de 2015

La primera bomba nuclear.

Siempre tenías finales alternativos.

Podía besarte,
quedarme con las ganas,
negarme a mirarte a los ojos,
o irme sin decirte ''hasta nunca'' ;
que siempre volverías a aparecer en un semáforo en rojo,
en una guitarra desafinada,
en el espejo roto del desván.

Tú no eras el precipicio,
eras la enfermedad.
La cura tenía el mismo miedo que yo a cruzarse contigo un sábado de madrugada.

Siempre acababas en mi cama,
y yo siempre acababa jodida.

Tenías la puta pistola escondida en tu modo de caminar,
ponías el seguro en cada musa,
conmigo ya no podías aguantarte las ganas de matar.